Tú nunca vas a leer esto, pero necesito decírtelo.
Me matas. Y me das la vida. Una. Y otra. Y otra vez. No eres consciente de lo que me haces hacer, de la versión de mí que sacas a la luz. Juegas con fuego, pero tú eres un volcán. Y dejo que me consumas. Eso es lo que hacen los masoquistas, ¿no?
Yo no soy esta persona. Me haces dudar de mí misma constantemente. Incansablemente. Eres pura pasión que arrasa conmigo, y dejaría que lo hicieras una y otra vez.
Porque soy adicta, lo admito. Tú eres la droga definitiva. Es irónico, lo mucho que deseo que te alejes y que a la vez vaya corriendo a ti.
Tú no sabes esto. "No quiero llevar esto a una relación", pues déjame decirte que me has jodido. No soy dada a usar terminos de posesión, pero quiero que seas mío. Hoy, mañana y siempre, hasta que ese siempre se consuma. Y yo ser tuya. Quémame, lo prefiero a enfriarme por no estar a tu lado.